Vamos con un postre para golosos y uno de mis preferidos, lo adoro!!! “Cheesecake sin horno”, una receta súper fácil y rápida, que no requiere horno.
Lo genial de este postre es que tiene muchas formas de prepararlo y se puede hacer con ingredientes muy diferentes. A mí la que más me gusta es esta, que lleva queso mascarpone, lo que le da un toque diferente y muy suave.
En realidad es una tarta básica de vainilla. Lo único que debes tener en cuenta es que debe estar en la nevera 24 horas para que quede perfecta.
Siempre intento que los ingredientes no tengan mucha grasa y sea lo más sana posible. Bueno, no me enrollo mas! Empiezo.
INGREDIENTES PARA LA BASE:
- 1 Paquete de galletas
- 150 gr mantequilla (derretida)
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
- 400 ml nata líquida (baja en grasa)
- 400 gr queso mascarpone
- Edulcorante
- Vainilla
- 4 Láminas de gelatina
PREPARACION:
Para la base, lo primero es triturar las galletas, derretir la mantequilla en el microondas y mezclar ambas hasta que queden bien empapadas. Rellenamos el fondo del molde (mejor si es desmontable) y la extendemos de forma uniforme. Presionamos bien hasta que quede compacta y a la nevera. Tiene que estar una hora mínimo para que la masa endurezca. También puedes meterla en el congelador.
Para el relleno, se pone a calentar la nata y sin llegar a hervir, se incorpora el queso mascarpone, el edulcorante (al gusto) y una cucharada de vainilla. Se remueve hasta que quede bien ligado.
Mientras, ponemos las láminas de gelatina a hidratar en un bol hasta que estén blanditas. Después las añadimos a la mezcla.
Cuando esté lista la mezcla, se deja enfriar un rato antes de ponerla en el molde y para terminar se mete en el frigo. Lo ideal es dejarla 24 horas para que cuaje bien. Cuanto más firme esté, mejor quedará.
Desmoldamos y servimos con mermelada (si se quiere). A mí me apasiona la de frambuesa!
Espero que os animéis a hacerla y me digáis si os gusta tanto como a mí. Os dejo otra gran receta que me entusiasma, Las Torrijas.
Besos familia!
