Dicen que enamorarse es un proceso caótico, y sí, quizás lo sea. Es como si cruzaras la calle y en ese momento no vieras que un camión llega a toda velocidad. Tal vez te cueste reconocer que cruzabas con poca precaución y tratas de disimular que nada ha ocurrido. Hay quienes se acomodan la ropa con el corazón encogido y siguen su camino, y hay quienes, simplemente, se dejan arrollar. Lo curioso, es que muchas veces esos últimos, se sienten más vivos después de la colisión.

Saber disimular el dolor no significa que no duela

Charles Dickens decía “siempre somos mejores después de llorar nuestras lágrimas, ojalá hubiera llorado antes”. ¡Y qué razón tenía! No solo porque es un gran desahogo, sino porque en cada una de nuestras tristezas siempre hay algo rescatable.

¡No hay nada más parecido a la muerte que el desamor, y qué cierto! Sobre todo, cuando el amor no se ha acabado, cuando sigues enamorad@. Solemos buscar culpables al terminar una relación y yo me pregunto…. ¿Qué más da si es él, soy yo, o somos los dos? Al final duele a quien más involucrado estaba emocionalmente, y lo importante ahora es que ya no existe esa relación y que debemos pensar SOLO en nosotros, no solo en cómo nos sentimos, sino en qué haremos y cómo actuaremos a partir de ahora. Tú y tú y tú, y solamente tú… Como la canción de Pablo Alborán.

Comparte tu nada

Lo más bonito en esta vida es estar enamorado y poder compartir TODO con esa persona, ¡y no solo hablo de compartir una cena, un viaje, un cine, una conversación… no! Hablo de mucho más, de compartir tu nada.

Y pensaréis, ¿qué quiere decir “compartir tu nada”? Pues muy sencillo: No hacer nada y disfrutarlo con la persona que amas.

Hay una frase que me encanta: “¿Cuántas cosas pueden caber entre nosotros cuando nos tomamos de la mano?”. Parece que ninguna, ¿verdad? Pues hay tantas…. Solo que no nos paramos a pensarlas.

Qué más da si no hay plan, si estás sentad@ en un banco, tirad@ en un parque, o simplemente contemplando las estrellas… No hacer nada con tu persona especial y que sea todo.

¿Qué buscamos en un hombre?

Por normal general, aunque hay diversidad de opiniones, las mujeres buscamos en un hombre que sea dulce, tierno, con sentido del humor, que no tenga miedo a expresar sus emociones, seguro de sí mismo, que tenga sueños, metas. Que no tenga prisa a la hora de conocernos. Que nos valore, nos respete y se comprometa. Que nos demuestre sus sentimientos y nos haga sentir seguras. Eres su complemento no su necesidad.

No hay nada más valioso que el momento de sentirte quién eres en plena libertad.

El físico atrae, pero lo que seduce es lo que hay detrás, la inteligencia. ¿Sabías que a esto se le llama sapiofilia? Es la fuerte relación entre la atracción sexual y la inteligencia. Las mujeres tendemos a ser más sapiosexuales que los hombres,  porque nos excitamos con los sentidos, oído y tacto, mientras que los hombres lo hacen con los ojos, son más visuales. ¿Cuántas veces os habéis sentido atraíd@s hacia una persona por cómo piensa? ¡Seguro que muchas!

Yo pienso que no hay que buscar un regalo en San Valentín, ni esperar a nuestro aniversario para hacer esa cena romántica, ni estar casada para irse de luna de miel. Mejor busca escribir las mejores páginas de tu vida, día a día, intentando que esa llama nunca se apague.

“Llega una persona de repente, sin conocer tu pasado y te cambia la vida. Y en ese momento te das cuenta de que ya no importa todo el sufrimiento que has sentido, porque esa persona valió todo el daño” Naomi Lian.

Si te ha gustado el artículo, suscríbete para no perderte ninguno.

Besos familia!

Artículo anteriorSIN FILTRO ¿SINCERIDAD O INCONSCIENCIA?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí