Me apetecía mucho escribir sobre El Karma, porque es un tema que me apasiona y he leído tanto… que tenía que compartirlo con vosotros.

La palabra “Karma”, considerada sagrada, significa acción y se refiere a nuestras acciones, “Lo que siembras, recoges”. Si tus acciones son buenas, tendrás resultados buenos. Si tus acciones son malas, tendrás resultados malos.

El Karma no es malo, como la gente cree, realmente es una energía que va por ciclos y continúa eternamente. Es una prueba que te pone la vida para aprender una lección. Si la entiendes y asimilas, lograrás que desaparezca, pero si no, volverá a ti  una y otra vez hasta que rompas el círculo.

Nos preguntamos muchas veces ¿y porque todo lo malo me pasa a mí? o ¿Por qué repito los mismos patrones una y otra vez? Pues sencillamente, porque hay una lección que todavía no has aprendido y seguirás tropezando una y otra vez hasta que la resuelvas.

Continuamente la vida nos va mandando señales y de nosotros depende pillarlas o no!

El Karma tiene muchísima similitud con la carta de la Rueda de la Fortuna en el Tarot, que está en constante movimiento, siempre girando, para bien o para mal. Nunca se está seguro de nada! También se asocia con la carta de la justicia, dependiendo de tus acciones pasadas así será el resultado. Y de alguna manera con el juicio, el momento que llega de rendir cuentas, de decir la verdad.

Puede significar el camino hacia el éxito o al fracaso, pero siempre dependerá de ti, de lo que has hecho en el pasado. Quiere decir, que si haces algo con mala intención, el universo te lo devolverá de la misma manera y en el momento que menos esperes, así que piensa que si algo malo te está ocurriendo es porque algo malo hiciste tú primero.

CUIDADO CON LAS PALABRAS

Hay que tener mucho cuidado con lo que piensas, pero más con lo que dices, porque cada palabra marca tu destino. También con las decisiones que tomas porque cada una, genera una emoción y un camino.

Como bien dice el refrán «En boca callada no entran moscas». Es mejor mantener la boca cerrada o pensar antes de hablar, así nos ahorraríamos muchos disgustos.

¿Cuantas veces decimos… «Hace mucho tiempo que no me pasa esto» y de repente al día siguiente ocurre? Pues porque lo que piensas lo atraes. Por eso es tan importante ser positivo, pero a la vez complicado.

¿Porque nos sentimos bien cuando nos dicen algo bonito? o ¿como reaccionamos ante algo que duele o está fuera de lugar? Es tan poderosa la palabra y a veces peligrosa, que habría que medir cada cosa que decimos.

SOMOS COMO ESPEJOS

Todo lo que ves en los demás, es tu propio reflejo.

¿Por qué cuando conoces a alguien sientes atracción o rechazo? Pues sencillamente y aunque no te des cuenta,  es lo que tú eres, lo que proyectas.

Todo lo que ves en la gente es la expresión de ti mismo. Cuando algo no te gusta, un defecto, un comportamiento… piensa que también forma parte de ti. En lugar de ignorarlo deberíamos profundizar, porque es algo que no hemos resuelto.

No es fácil y no se hará rápido pero con un poco de práctica se acaba logrando.

“No siempre conseguimos lo que queremos, pero tarde o temprano la vida nos da lo que nos merecemos”

Besos familia!

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