¡La envidia escuece, y vamos si escuece! No voy a explicar qué es, porque tod@s lo sabemos, pero para quienes consideran la envidia como un rasgo de la personalidad, mal rollo.

La envidia es un sentimiento de desigualdad y una de las peores corrupciones de nuestra mente, y si implicara solo, el deseo de poseer lo que tiene “el otro”, no sería tan mala.

¿Envidias el curro de tú amigo?, ¿o quizá a esa vecina que tiene la pareja perfecta con la que tú soñaste?, ¿Te molesta el sueldo del compi de curro?, ¿o la pasta de la amiga de tu amiga que no trabaja y se pega la vida loca?

“El envidioso desea que el otro deje de tener lo que él desea”

Qué triste, ¿no? Porque parece que la persona envidiada tiene una suerte de la leche y se lo han dado todo hecho.

Y digo yo… ¿Por qué en lugar de reconcomerte por dentro, no te pones las pilas para poder conseguir exactamente lo que añoras y que tienen los demás? Esto no es una competición, si ell@s pueden, tú también. Aunque siempre es más fácil criticar, ¿verdad

La envidia escuece

ENVIDIA SANA, ¿EXISTE?

¿Envidia sana?, ¿De verdad existe una envidia que no produzca dolor, resentimiento, desconfianza o inseguridad?

Quizá sea menos desagradable y no tan destructiva, pero positiva, ¡¡¡nunca!!! Dos términos contradictorios, porque si se siente envidia, ¡sana no es!

¿Tendría alguna función? La verdad es que no le veo ninguna función especial, si no es la de joder al personal.

IDENTIFICA A LAS PERSONAS ENVIDIOSAS

Uno de los rasgos más significativos es la crítica, y lo peor de todo es que lo suelen hacer en público. Lanzan ese dardo envenenado cuando menos te lo esperas y te quedas muert@, dejándote en evidencia delante de cualquiera.

Les mola apagar tu brillo para brillar ell@s.

Siempre están a la defensiva.

Son malos consejer@s.

Celebran tus fallos y se ausentan en tus éxitos.

Deberíamos clasificar a las personas por su comportamiento, si suman se quedan y si restan, se les manda a la mierda, como dejé muy claro en mi post anterior. No nos quedemos con gente que no nos aporta absolutamente nada.

 “No hay nada más peligroso que ser feliz delante de un envidioso”.

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Besos familia!

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